sábado, 24 de abril de 2010

Orgullo

Comienzo esta entrada, para variar, sin saber mucho por qué.

Sólo sé qué la motiva: el orgullo.

1. m. Arrogancia, vanidad, exceso de estimación propia, que a veces es disimulable por nacer de causas nobles y virtuosas.

Entiendo que muchas veces se confunde la dignidad propia con el orgullo, excusándonos en frases como “es que soy digna/o”.

Hoy no hago referencia a la dignidad (Calidad de digno: adj. Correspondiente, proporcionado al mérito y condición de alguien o algo).

Por lo demás, mientras ser digno es, a mi parecer, estimarnos en una justa medida, ser orgulloso es estimarnos en demasía.

¿Por qué me refiero al orgullo? Porque es basura.

Partiendo del hecho de que somos humanos, somos imperfectos. Por ende, cometemos errores. Por ende, lastimamos al resto muchas veces.

Nuestro supuesta “dignidad” u orgullo encubierto, muchas veces nos impide perdonar a la gente que como nosotros, comete errores. De lo anterior excluyo las obvias excepciones, siendo comprensible que nos topemos más de alguna vez con gente mierda que no merece nuestro perdón (lo que acorde a su mérito o condición, sería un trato digno, ¿no?).

Dicho lo anterior, hay ciertas cosas que me emputecen respecto al orgullo: me emputece el orgullo rancio, aquel que tiene separadas a las personas por años, por discusiones absurdas que ya ni recuerdan. Me emputece la gente que no es capaz de entender la imperfección como parte del resto y como parte de uno mismo (y con esto vienen las malditas expectativas que nos hacemos de los demás).

Pero, por sobre todo, me emputece la gente que no es capaz de perdonar y de ser feliz. No entiendo para qué gastar tiempo odiando, teniendo rencor. La vida es muy corta para eso.

Además, ¿Qué tan perfectos nos creemos, que somos capaces de juzgar al resto como no merecedores de nuestra indulgencia? Al creernos “dignos”, sólo enaltecemos nuestro orgullo, al exceder nuestra auto-estimación.

Sólo nos permite autodestruirnos.

Nota de imágenes: bueno, acá hay dos tipos de orgullo, espero que entiendan a cuál me refiero xD.

1 comentarios:

Camilo R. A. Villavicencio Garrido dijo...

Nah, el orgullo no es tan malo (cuando tiene fundamentos)

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